Para los que creemos que la música es más que entretenimiento, que es sentimiento y emoción, y que esa fuerza que tiene sirve incluso para luchar por la humanidad, el concierto de Sting en la sala Bataclan fue una gran noticia. Un símbolo de que no todo está perdido.
Y que se haya publicado en la web de la tele pública francesa france2.tv para streaming (parece que hasta el 20 de Noviembre), me sugiere que el fin de ese concierto fue desde el principio un grito por la vida.