Los acordes disminuidos tienen una característica muy particular: si desplazas 3 trastes la digitación, el acorde que suena vuelve a ser el mismo. Flipante ¿verdad?
Vamos a explicar esta movida en detalle… Y para verlo un poco más claro, vamos a quedarnos sólo con dos pequeñas partes del esquema del arpegio disminuido que acabamos de ver en el apartado anterior.
Fíjate para empezar en las notas situadas dentro del recuadro azul. Comenzando en la sexta cuerda tenemos las notas marcadas con 7-4-6b-2. Bien, reconocemos el arpegio disminuido que acabamos de ver. La nota tónica del arpegio estaría en el lugar marcado con el número 7.
En el ejemplo, la nota marcada con un “7” está situada en el traste 7, así que estaríamos tocando un Si dim.
Ahora vamos a fijarnos en las notas dentro del recuadro rojo.
Comenzando por la sexta cuerda vemos que estamos tocando las notas marcadas con 2 – 6b– 7– 4 .
Son las mismas notas del recuadro azul, pero en distinto orden. La diferencia está en que en el recuadro azul la nota marcada con un 2 era la nota más aguda, y en el recuadro rojo pasa a ser la nota más grave: hemos hecho una inversión. Pero estamos tocando las mismas notas, así que a fin de cuentas estamos tocando el mismo acorde.
Eso quiere decir que usando esta forma de acorde, si desplazamos los dedos 3 trastes volvemos a tocar las mismas notas, y por lo tanto el mismo acorde. La diferencia está en que habremos hecho una inversión, y la tónica pasará a estar en la cuarta cuerda, en lugar de en la sexta que estaba inicialmente.
Cada vez que desplazamos la digitación 3 trastes, volvemos a tener nuevamente el mismo acorde, con una nueva inversión.
Pero también podríamos considerar que en cada nueva posición, la nota tónica está en la sexta cuerda, al igual que antes de desplazar el acorde. A fin de cuentas la forma de acorde es la misma.
Esta locura se resume en estos puntos:
- Si desplazamos el acorde 3 trastes, volvemos a tener el mismo acorde.
- El mismo acorde (las mismas notas con la misma posición) puede recibir cuatro nombres diferentes, dependiendo de qué nota consideremos tónica en cada momento. Todos ellos serán acordes disminuidos.
- Como consecuencia de lo anterior, cualquiera de las notas del arpegio disminuido se puede considerar tónica.
Esto que hemos visto para una forma de acorde concreta, se aplica igualmente las otras dos formas de acorde disminuido habituales:
En el vídeo Jazz para Muñones (4) tienes un ejemplo de uno de los muchos usos de este acorde...
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